A causa del consumo frecuente de chicle es que niños y adolescentes podrían sufrir fuertes dolores de cabeza.
Investigadores del Centro Médico Meir, asociado a la Universidad de Tel Aviv, señalan que la presión que se ejerce sobre la mandíbula al momento de masticar chicle, contribuye a las jaquecas, sobre todo cuando los músculos no están del todo desarrollados, como es el caso de los menores de edad.
El médico Nathan Watemberg, líder del estudio que se publicó en la revista Pediatric Neurology, explica que fue durante su consulta diaria que empezó a ver un patrón de comportamiento entre adolescentes que aseguraban tener dolores de cabeza constantes y fue que masticaban chicle varias horas al día.
Después de años de observar este comportamiento, el médico decidió hacer un estudio para demostrar la relación entre masticar chicle y la migraña.
Tomó como base de la investigación la experiencia de 30 de sus pacientes, la mayoría mujeres adolescentes. Tras un mes sin masticar chicle, comprobó que la migraña desapareció en 19 de los casos y en siete disminuyó el dolor de cabeza.
“Son las chicas quienes suelen masticar más chicles y elegí a los pacientes según las horas que mascan chicle a diario, o sea, una hora, entre dos o tres al día, entre tres o cuatro o entre seis o más horas”, aseguró el médico.
Una de las razones por la que la masticación frecuente aumenta las cefaleas en los menores de edad es que sus músculos faciales no están desarrollados por completo, por lo que la mandíbula sufre un impacto mayor, explicó .
El especialista señala que el estudio es importante para evitar que médicos receten medicamentos y tratamientos innecesarios a adolescentes, primero, advierte, se debe saber el origen de la migraña está relacionado con éste hábito. (Con información de abc)