Un abrazo, una cara chistosa, atrapar la mirada del otro mientras nos escucha son algunas de las herramientas con que Patch Adams, el médico de la risa, o el médico payaso, o sencillamente el doctor graduado en la Universidad George Washington, difunde la necesidad de encontrar la alegría y olvidarse de los problemas.
Y en realidad tampoco, porque delante de cientos de sus seguidores que acudieron a la clase magistral que impartió Adams, el médico de la risa hizo hincapié en que “inclusive los problemas deben disfrutarse”.
Adams, mientras estudiaba medicina, pensaba en un lugar a donde la gente fuera a curarse sin pagar un peso y sin sentir miedo como en los hospitales, de ahí que comenzara a utilizar la medicina y la risa, tal y como él lo señala, para provocar un cambio social.
Durante la clase magistral, aquel que inspirara una película sobre su vida, estelarizada por Robin Williams, difundió su mensaje primero con una serie de dinámicas y ejercicios, “porque esto es un taller, no una conferencia”, en la que condujo a la gente entre abrazos, caras hilarantes, baile de rock and roll, pensar que “todos somos un mueble de la casa, ¿por qué un mueble?, porque no tiene que pasarnos absolutamente nada para poder ser felices”, explicó.
La felicidad como elecciónAl relatar un poco de su historia personal, Adams recordó que tras vivir momentos difíciles como la muerte de su padre y un tío, y su propio intento de suicidio, decidió que se comprometería con su felicidad, insipirado por su madre quien “era radiante, siempre estaba feliz, jamás fue violenta o la vi enojada, y yo pensaba que eso era el mundo”, dijo.
Otra de sus inspiraciones fue Martin Luther King, ya que “después de escuchar su máximo discurso, supe que era necesario hacer una revolución, porque hacer una revolución es hacer que las cosas sean diferentes, sin violencia”, explicó el payaso.
Así es que decidió no sólo que sería doctor sino sería un médico libre, que cumplió más de 40 años sin cobrar por sus servicios médicos.
“La felicidad no es una recompensa sino una elección; no se trata de ser feliz porque te curaste de una enfermedad, sino ser feliz siempre. Todo en esta vida, desde que nos levantamos es elección: ¿qué voy a ponerme?, ¿cómo va a ser el día de hoy? La felicidad es un estado del ser en el cual la celebración de la vida es obvia por las acciones; pero debe ser por dentro y por fuera, que se note, que la gente descubra que son felices”, manifestó.
Alimento y un amigoQuien no conozca a Patch Adams podría confundir su alegría y su discurso como una estrategia más de los libros de superación personal, sin embargo, como él mismo lo explica, los libros de autoayuda no son tan efectivos para lograr la paz y la felicidad como el “tener alimento y un amigo. Si tienen eso, entonces, ¿por qué se quejan?”.
No obstante, señaló que, lamentablemente, esto muchas veces no es posible, ya que en el mundo la ambición ha ido sepultando los valores, haciendo que la gente olvide que “el amor es lo más importante que tenemos en la vida”.
Uno de los ejercicios del taller consistía en abrazarse, sencillamente abrazarse con alguien que estuviera cerca y a quien no conociéramos, “un abrazo largo, porque el abrazo consiste en aprender a dar y recibir al mismo tiempo, y médicamente, un abrazo nos ayuda a reducir la presión arterial y a controlar el estrés. Hay que proyectar todo tu sentimiento, dar todo tu ser a la otra persona”.
Explicó también un experimento, “si los científicos hacen experimentos siempre, y les pagan por ello, ¿por qué nosotros no podemos hacerlo? Durante un mes sean miserables, siéntanse miserables, pero tomen nota de todo lo que sientan. Y al mes siguiente, sean felices todo el tiempo, los más felices del mundo, y tomen nota. Ya después ustedes decidan qué mes les gustó más”.
Explicó que es importante reír, reír siempre, y sobre todo contagiar a los demás con esa risa, “por ejemplo, haciendo fila en un banco, salir con un sombrero gracioso a la calle. La vida es divertida, no hay que esperar a que sean vacaciones para divertirnos”, manifestó.
Sobre su labor, Adams recordó que en una ocasión se dio cuenta que vestido de payaso, “en el hospital, conseguía más amor de parte del personal y los pacientes. La risa puede curarlo todo, y es importante saber que si una persona puede tener esos sentimientos, entonces otra también”, añadió.
Finalmente, después de bailes, abrazos, carcajadas, alfombras humanas, personas convertidas en muebles como tazas de baño, Adams compartió algunas de sus máximas para poder alcanzar la felicidad y transmitirla a otros:
Y en realidad tampoco, porque delante de cientos de sus seguidores que acudieron a la clase magistral que impartió Adams, el médico de la risa hizo hincapié en que “inclusive los problemas deben disfrutarse”.
Adams, mientras estudiaba medicina, pensaba en un lugar a donde la gente fuera a curarse sin pagar un peso y sin sentir miedo como en los hospitales, de ahí que comenzara a utilizar la medicina y la risa, tal y como él lo señala, para provocar un cambio social.
Durante la clase magistral, aquel que inspirara una película sobre su vida, estelarizada por Robin Williams, difundió su mensaje primero con una serie de dinámicas y ejercicios, “porque esto es un taller, no una conferencia”, en la que condujo a la gente entre abrazos, caras hilarantes, baile de rock and roll, pensar que “todos somos un mueble de la casa, ¿por qué un mueble?, porque no tiene que pasarnos absolutamente nada para poder ser felices”, explicó.
La felicidad como elecciónAl relatar un poco de su historia personal, Adams recordó que tras vivir momentos difíciles como la muerte de su padre y un tío, y su propio intento de suicidio, decidió que se comprometería con su felicidad, insipirado por su madre quien “era radiante, siempre estaba feliz, jamás fue violenta o la vi enojada, y yo pensaba que eso era el mundo”, dijo.
Otra de sus inspiraciones fue Martin Luther King, ya que “después de escuchar su máximo discurso, supe que era necesario hacer una revolución, porque hacer una revolución es hacer que las cosas sean diferentes, sin violencia”, explicó el payaso.
Así es que decidió no sólo que sería doctor sino sería un médico libre, que cumplió más de 40 años sin cobrar por sus servicios médicos.
“La felicidad no es una recompensa sino una elección; no se trata de ser feliz porque te curaste de una enfermedad, sino ser feliz siempre. Todo en esta vida, desde que nos levantamos es elección: ¿qué voy a ponerme?, ¿cómo va a ser el día de hoy? La felicidad es un estado del ser en el cual la celebración de la vida es obvia por las acciones; pero debe ser por dentro y por fuera, que se note, que la gente descubra que son felices”, manifestó.
Alimento y un amigoQuien no conozca a Patch Adams podría confundir su alegría y su discurso como una estrategia más de los libros de superación personal, sin embargo, como él mismo lo explica, los libros de autoayuda no son tan efectivos para lograr la paz y la felicidad como el “tener alimento y un amigo. Si tienen eso, entonces, ¿por qué se quejan?”.
No obstante, señaló que, lamentablemente, esto muchas veces no es posible, ya que en el mundo la ambición ha ido sepultando los valores, haciendo que la gente olvide que “el amor es lo más importante que tenemos en la vida”.
Uno de los ejercicios del taller consistía en abrazarse, sencillamente abrazarse con alguien que estuviera cerca y a quien no conociéramos, “un abrazo largo, porque el abrazo consiste en aprender a dar y recibir al mismo tiempo, y médicamente, un abrazo nos ayuda a reducir la presión arterial y a controlar el estrés. Hay que proyectar todo tu sentimiento, dar todo tu ser a la otra persona”.
Explicó también un experimento, “si los científicos hacen experimentos siempre, y les pagan por ello, ¿por qué nosotros no podemos hacerlo? Durante un mes sean miserables, siéntanse miserables, pero tomen nota de todo lo que sientan. Y al mes siguiente, sean felices todo el tiempo, los más felices del mundo, y tomen nota. Ya después ustedes decidan qué mes les gustó más”.
Explicó que es importante reír, reír siempre, y sobre todo contagiar a los demás con esa risa, “por ejemplo, haciendo fila en un banco, salir con un sombrero gracioso a la calle. La vida es divertida, no hay que esperar a que sean vacaciones para divertirnos”, manifestó.
Sobre su labor, Adams recordó que en una ocasión se dio cuenta que vestido de payaso, “en el hospital, conseguía más amor de parte del personal y los pacientes. La risa puede curarlo todo, y es importante saber que si una persona puede tener esos sentimientos, entonces otra también”, añadió.
Finalmente, después de bailes, abrazos, carcajadas, alfombras humanas, personas convertidas en muebles como tazas de baño, Adams compartió algunas de sus máximas para poder alcanzar la felicidad y transmitirla a otros:
- El miedo y el aburrimiento son terribles.
- La soledad mata, es importante tener un amigo.
- Aunque un amigo muera, sabemos que sigue ahí.
- Se trata de quererse unos a otros.
- Si tienes un cerebro, no puedes aburrirte.
- El aburrimiento es una agresión contra la vida.
- Antes de sentir miedo agrúpate, busca la seguridad que te brindan otras personas.
- Los padres de familia deben poner el ejemplo a sus hijos y apagar la televisión.
“La estrategia del amor son los abrazos, y nosotros elegimos ser felices. Yo soy nada comparado con el mensaje”, concluyó Patch Adams.
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