martes, 16 de julio de 2013

¡Sin lechuga, no hay ensalada!

El origen de la lechuga no parece estar muy claro, aunque algunos autores afirman que procede de la India, pero los botánicos coinciden en que existe un seguro antecesor de ella, que es la “Lactuca scariola”, que se encuentra en estado silvestre en la mayor parte de las zonas templadas.

Aunque es una de las hortalizas de mayor consumo y la base de toda ensalada, la lechuga no tiene un gran valor alimenticio, en general provee una pequeña cantidad de fibra, algunos carbohidratos, un poco de proteína y una mínima cantidad de grasa, indicó el nutriólogo Eduardo Sierra (*).
 
Sin embargo, al ser baja en calorías es ideal para que se integre a la dieta de las personas que quieran estar en forma, ya que al consumirla con otros ingredientes como pollo, jitomate, jamón, etcétera, ayuda a que la saciedad sea rápida.
 
El especialista señaló que la frescura de la hortaliza se debe a su alto contenido de agua, el cual es de entre 90% y 95% del vegetal, y explicó que uno de los usos de la lechuga es como un ansiolítico natural, ya que se ha demostrado que las infusiones de sus hojas relajan y facilita el buen dormir.
 
Comentó que las partes de la lechuga que tienen más nutrientes son las hojas exteriores, donde abunda el hierro y la vitamina C, por lo que “al comer ensaladas de corazón de lechuga, en sí, no se consumen nada de nutrientes”.
 
Entre las vitaminas que contiene la lechuga están la A, C, E, B1, B2 y B3, y minerales como el fósforo, hierro, calcio y potasio.
 
Indicó también que depende del tipo de lechuga que se consuma, son su tipo de nutrientes, las “orejonas” son las que contienen mayor cantidad de hierro, mientras que las del tipo “francesas”, es decir las redondas de hojas blandas, son las más pobres de nutrientes.
 
Variedades según el gusto

Hay cuatro tipos principalmente:
 
Iceberg: semejante a la col; carece casi por completo de sabor, pero goza de textura crujiente y es fácil cortarla finamente. Es la variedad más habitual en las regiones donde no se da naturalmente, puesto que puede cultivarse en tanques hidropónicos.
 
Romana o orejona: son menos gruesas que las de la variedad anterior, aunque su grosor también es considerable.
 
Francesa: redonda, sus hojas son finas y su textura es blanda; su sabor es sutil al tiempo que intenso, es denominada también como "Boston".
 
Batavia: similar a la francesa, aunque su follaje es suelto y rizado, además de que su textura al masticarla  es mantecosa.
 
En conclusión, indicó Sierra, “aunque la lechuga provee de poca cantidad dichos nutrientes, la constancia de su consumo hace que sea benéfica”.
 
Datos a considerar 
La composición nutricional de 100 g de lechuga según datos de la FAO son:
 
Calorías 18 Kcal
Agua 94 gr
Proteína 1.30 gr
Grasa 0.30 gr 
Carbohidratos 3.50 gr 
Fibra 1.9 gr
Calcio 68 mgr
Hierro 1.40 mgr
Fósforo 25 mgr
Vitamina C 18 mgr
 
En cuanto a investigaciones; el Instituto Politécnico Nacional trabajan en vacunas a partir de la modificación genética de cloroplastos de lechuga, para prevenir enfermedades como papiloma humano, dengue, diabetes tipo e inmunodeficiencia humana.
 
Fuentes:
(*) Eduardo Sierra
Nutriólogo por la UAM Xochimilco
Tel: 5518 381645 y 5650 3048
 
(**) Historia
Portal de la región de Murcia en España
http://www.regmurcia.com/
 
(***) Valor nutrimental
Portal de la FAO
http://www.fao.org

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