El sofrito es una salsa básica en la cocina mediterránea la cual se realiza con jitomate, cebolla y aceite de olivo como base (aunque se puede agregar algun ingrediente extra) y es llevado a cocción lenta. Se encontró que esta preparación es rica en polifenoles y carotenoides (sustancias antioxidantes) que lleva el sofrito, mediante una técnica de espectrometría de masas de alta resolución.
Ya se sabía que en general la dieta mediterránea es benéfica a la salud, sólo que ahora el estudio PREvención con DIeta MEDiterránea (PREDIMED) demostró que la dieta mediterránea está relacionada con el bajo índice de enfermedad cardiovascular.
Estos resultados publicados en la revista Food Chemistry revelan la presencia de al menos cuarenta tipos de polifenoles. “Estos compuestos que producen las plantas y tomamos en la dieta se asocian con una disminución de la enfermedad cardiovascular”, explicó a SINC Rosa María Lamuela, investigadora de la UB y responsable del trabajo.
Otros de los compuestos bioactivos encontrados en el sofrito son vitamina C y carotenoides. Diversos estudios han demostrado que la ingesta de carotenoides, como el licopeno, previene el cáncer de próstata, y el consumo de alimentos ricos en beta-caroteno, ayudan a reducir la incidencia del cáncer de pulmón.
“Con un consumo diario de 120 gramos de sofrito, la ingesta de polifenoles totales es de 16 a 24 miligramos por porción y de 6 a 10 miligramos en el caso de los carotenoides”, comentó Lamuela.
La prueba del sabor
El equipo analizó diez tipos de sofritos comerciales, “aunque los resultados son extensibles al sofrito casero, ya que, en general, sin contar las sustancias espesantes– tienen los mismos ingredientes: tomates, cebollas, ajo y aceite”. La unión de estos alimentos suma los compuestos biosaludables que tienen cada uno por separado.
Los científicos recomiendan utilizar 10 por ciento de aceite de oliva virgen para obtener los mejores resultados para la salud. También se realizó un análisis estadístico con los niveles de compuestos fenólicos y carotenoides encontrados en cada sofrito, lo que les ha permitido identificar marcadores que diferencian los componentes de cada marca.
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