Los edulcorantes
artificiales son inocuos para la salud, pero no son una opción para bajar de
peso, sino que son un auxiliar para controlar las calorías que ingerimos,
afirmó la académica Ruth Pedroza Islas de la Licenciatura en Ingeniería de
Alimentos de la Universidad Iberoamericana.
Combinar alimentos
regulares con los alimentos light, es una buena estrategia para regular la
ingesta de calorías, lo cual puede apoyar al programa que hayamos elegido para
bajar de peso, dijo la académica.
“Que los edulcorantes o
los alimentos light sean para bajar de peso es una interpretación errónea y el
mal uso de estos nos ha llevado a un sobreconsumo de calorías”, subrayó.
Las investigaciones
científicas de nivel internacional como las de la Academia Americana de
Nutrición y Dietética han demostrado que los edulcorantes son seguros para su
consumo por la población en general: niños, jóvenes y ancianos.
Los edulcorantes no son
causantes del dolor de cabeza, de los cambios de ánimo, tampoco provocan
reacciones alérgicas ni lupus, ni enfermedad de Alzheimer o Parkinson; se
crearon como sustituto del azúcar para las personas que por su condición de
salud no pueden consumirla, y para controlar la cantidad de calorías que
consumen las personas obesas, o con sobrepeso e incluso para las personas que
desean mantener su peso adecuado, reiteró.
Mencionó que las mujeres
embarazadas con peso normal no tienen una justificación para consumir alimentos
light, sobre todo porque requieren de un mayor consumo de energía; sin embargo,
refirió que no hay contraindicaciones en mujeres embarazadas con obesidad o
sobrepeso.
Añadió que niños con
sobrepeso y obesidad pueden consumir edulcorantes en sus programas de reducción
de peso sin efectos negativos y para evitar episodios de depresión, ya que el
ser humano tiene una preferencia innata por lo dulce y es impensable
prohibírselo a un niño.
“El niño aprendió desde
que estaba en el vientre que el dulzor lo reconforta, porque el líquido
amniótico y la leche materna también son dulces”, apuntó.
Comentó que la epidemia
de la obesidad que afecta a más de 310 millones de personas en el mundo según
la Organización Mundial de la Salud (OMS) se sostiene principalmente por los
hábitos de vida en su conjunto, donde el sedentarismo, la dieta rica en
calorías, la genética y la pobreza, son factores de gran relevancia y hay que
apuntar que de manera general, los alimentos altamente calóricos son más
baratos.
Acotó que los alimentos
light apoyan para que el problema de la obesidad y el sobrepeso no sea más
grave, reduciendo en los alimentos el aporte de azúcares o de grasas.
Recomendó que si las
personas buscan bajar de peso utilicen los edulcorantes artificiales junto con
una dieta equilibrada, adecuada en calorías y que incorporen en su estilo
de vida la actividad física.
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