miércoles, 3 de abril de 2013

Fumar al despertar daña más que durante el día

Fumar un cigarro en los cinco minutos posteriores a despertar duplica la presencia de sustancias cancerígenas en la sangre y tiene un impacto mayor que fumar varios cigarros a lo largo del día, según un estudio de la Universidad Penn State, que ha sido calificado como una revelación dentro de los esfuerzos para detectar tempranamente cáncer de pulmón y lengua.
Los doctores Steven Branstetter y Joshua Muscat demostraron, después de estudiar a mil 945 pacientes fumadores, que aquellos que encienden e inhalan su primer cigarrillo del día antes de que se cumplan 5 minutos da haber despertado tienen en la sangre 107% más cantidad de una sustancia cancerígena conocida como NNAL, en comparación con otros fumadores que consumieron su primer cigarro una hora después de despertar.

El estudio, publicado en la revista científica Cancer, Epidemiology, Biomarkers and Prevention detalla que los pacientes que fuman tabaco antes de que se cumplan 5 minutos de haber despertado tienen en su sangre 58 nanogramos por decilitro (ng/mL) de la molécula NNAL, mientras que los pacientes que fumaron  60 minutos después de haber despertado tenían 28 ng/mL y que mantuvieron ese mismo conteo a pesar de que fumaran más cigarros durante el día.

Molécula cancerígena


Con la nomenclatura NNAL se abrevia el nombre de la molécula llamada 4-(methylnitrosamino)-1-(3-pyridyl)-1-butanol. Esta molécula interviene en la formación de otra molécula alta mente cancerígena llamada NNK, la cual está presente en la fabricación de artículos de látex, por ejemplo los globos para fiesta, y en 1956 se encontró dentro de tumores de hígado humano. Posteriormente la NNK  ha sido identificada en tumores de otros tejidos y hoy se le considera central para que una persona pueda desarrollar cáncer de pulmón y lengua.

La NNAL, que midieron los científicos de Penn State, es una molécula que no está presente en su forma pre-cancerígena dentro del tabaco sino que aparece en el humo del tabaco después de su combustión e inmediatamente se transporta a la sangre y, a través de ella, puede llegar a las células de diferentes tejidos.

Hasta ahora se había medido que la molécula NNAL se mantiene en una cantidad estable sin importar si la persona fuma uno, diez, veinte o más cigarrillos al día. Sus niveles tienen a ser de alrededor de 28 ng/mL. Sin embargo, el estudio de la Universidad de Penn State publicado esta semana  demuestra que un cigarro inmediatamente después de despertar dispara la cantidad de esta molécula por encima del doble.

“Los niveles de NNAL fueron el doble de altos entre participantes del estudio que fumaron antes de que se cumplieran cinco minutos de haber despertado que entre los pacientes que frenaron su deseo de fumar durante una hora. Un análisis de modelos con diferentes variantes mostró que la exposición al tabaco poco después de despertar  es una variable más fuerte que las diferencias por edad, género, grupo étnico o exposición como fumador pasivo, cuando de miden los niveles de NNAL en la sangre”, indica el reporte publicado en Cancer, Epidemiology, Biomarkers and Prevention.

La mayoría sí fuma temprano

Los mil 945 adultos fumadores que participaron en el estudio formaron parte de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición y facilitaron muestras de orina para los análisis de NNAL. Estos participantes también aportaron información sobre su comportamiento respecto al tabaco, incluyendo la hora en que fuman su primer cigarro del día.

Alrededor del 32% de los participantes fumaban a los cinco minutos de despertarse; el 31% lo hacía entre 6 y 30 minutos después; el 18% entre 31 y 60 minutos más tarde, y el 19% fumaba más de una hora después de levantarse.

Para los autores del estudio, el descubrimiento más importante es que la presencia de NNAL era más alta entre las personas que fumaban nada más levantarse, con independencia de la frecuencia con la que fumasen y otros factores que predicen las concentraciones de esta sustancia.
“Creemos que la gente que fuma al despertar inhala más profundamente, lo que podría explicar los altos niveles de NNAL en su sangre, así como su mayor riesgo de desarrollar cáncer oral o de pulmón”, explica Branstetter.

De acuerdo a la investigación, el momento de fumar el primer cigarro del día puede ser un factor importante en la identificación de los fumadores de alto riesgo y en el desarrollo de intervenciones orientadas hacia los fumadores de buena mañana.

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